Los 60 y 70: alertas sobre higiene y mantenimiento
“Sociedad Anónima para el Mercado del Norte”, reza un título de la edición de LA GACETA del 1 de diciembre de 1968. Es, acaso, la más llamativa de las noticias de esa década vinculada con el céntrico edificio público. Inaugurado el 10 de diciembre de 1939, su estructura aún era nueva: no había cumplido ni 30 años. Así que la novedad era que la Sociedad de Puesteros quería convertirse en una “SA” y el objetivo, además, era transformar el establecimiento en un “supermercado”.
En la década siguiente aparecen las quejas. “Mercado del Norte y alrededores: otra mala muestra de nuestro centro urbano”, dice un título del 3 de junio de 1970. Los problemas: mal estado de las calles y vendederores ambulantes.
“Mercado e higiene” se titula el editorial de nuestro diario del 26 de julio de 1971. La nota da cuenta de la “deficiente higiene”, del “permanente fluir de aguas servidas sobre las calzadas” y de la acumulación de “desperdicios”. “No falta quien asegure que es el mercado el criadero más importante de roedores con que cuenta la ciudad”, se indica.
“Anteproyecto de remodelación para el Mercado del Norte”, anuncia un artículo del 27 de septiembre de 1972. La primera etapa: reparación de techos, instalaciones eléctricas, fachada y mampostería. El presupuesto: “45 millones de pesos moneda nacional”. Los locatarios harían un aporte extra para una inversión fuera conjunta con el Estado.
Los registros de la década se despiden con dos datos. El primero, del 29 de septiembre de 1976, es el anuncio de que “Volverá a marcar la hora el reloj” del inmueble, paralizado desde hacía dos décadas. “Su maquinaria Siemens de preguerra, eléctrica con cuerda de reserva para 28 horas, no tenía respuestos, pero don Pedro Di Tomaso, relojero retirado, se las ingenió para fabricar lo necesario con un torno antiguo”, dice la crónica.
“Se encarará la remodelación integral del Mercado del Norte”, es la segunda noticia, del 3 de junio de 1978. El entonces intendente de facto, Oscar Paz, se había interesado en un proyecto de la Facultad de Arquitectura de la UNT. “Prevé una edificación a tres niveles, con torres para oficinas municipales y un piso para actividades culturales”, se detalla.
Los 80: la democracia le cambió la fachada
“Se privarizará el Mercado del Norte”, anuncia el título de La Tarde (era el vespertino de LA GACETA) del 10 de marzo de 1982. Se trataba de una propuesta que el intendente Oscar Paz había planteado al gobernador de facto Antonio Luis Merlo. Había dos opciones: licitar el establecimiento o entregárselo a los puesteros, que acababan de constituir una cooperativa (lejos de la Sociedad Anónima proyectada durante la década anterior).
El 8 de marzo de 1983, sin embargo, no hay novedades de ninguna enajenación de la propiedad. Por el contrario, la Cooperativa de Provisión de Servicios para los Puesteros propone a la Municipalidad realizar “una serie de trabajos inmediatos”, enfocados en desagües pluviales, provisión de agua potable, instación eléctrica, baños, iluminación y reacondicionamiento del sótano.
Las obras se anuncian sólo un año después, ya en democracia, pero con un inconveniente: la Municipalidad anuncia que cerrará durante ocho meses el establecimiento para remodelarlo, pero los puesteros se oponen, informa La Tarde en su edición del 17 de abril de 1984. Finalmente, en 1986 la Municipalidad, entonces a cargo del radical Rubén Edgardo Chebaia, comunica oficialmente que se realizará un retranqueo del Mercado del Norte. Habrá un retiro de hasta cuatro metros respecto del cordón de la vereda, se eliminarán los arcos y los puestos de los frentistas (dan a la calle) pasarán a estar vidriados. El trabajo será progresivo: un puesto por vez, sin afectar a los otros.
“La primera de las tres etapas consiste en la remodelación exterior. En realidad, la fachada see verá afectada tan sólo en la planta baja, retirándose el frente hasta la nueva línea municipalidad fijada por la ordenanza de retranqueo. Se conservará la línea de columnas, que con los aleros existentes, formará una suerte de recova”, da cuenta la crónica de LA GACETA publicada el 28 de enero de 1987.
Precisamente, esos trabajos se concretarán durante ese año, el último de la gestión del jefe municipal radical.
Los 90: la obsesión por la privatización
La década de 1990 estuvo signada por los intentos del Estado por desprenderse del inmueble de Maipú y Mendoza.
“Se venderá el Mercado del Norte”, es el título de la crónica de LA GACETA del 18 de enero de 1990. Informa que la decisión había sido aprobada el día anterior por el Concejo Deliberante de la capital, durante una tumultuosa sesión. “Una persona del público llamó ‘choros del boleto’ a los ediles. Esa intervención ocasionó una nueva interrupción, decidiéndose el arresto del intruso por cinco días”, consigna la crónica. Los ediles crearon una Comisión de Reestructuración Administrativa y Patrimonial del municipio, integrada por representantes de cada bloque y por la intendencia, a la que se le encargó “la diligencias necesarias para vender el inmueble”.
Tres años después, sin embargo, la Municipalidad estaba abocada a corregir los desfases de los alquileres. Los puesteros iban a tener una nueva suba en el canon también durante 1993, anunciaba la crónica del 28 de diciembre de 1992. La actualización llevaría a que, según la ubicación, los puesteros deberían afrontar pagos mensuales de entre $ 250 y $ 1.100.
“El Mercado del Norte será privatizado”, es el título de la crónica del 7 de mayo de 1997 de este diario. “El proceso ya está en marcha”, anuncia el intendente Oscar Paz, para entonces electo por el voto popular. El 1 de junio, LA GCETA informa que la Cooperativa de Puesteros del Mercado del Norte (Comenor) ofreció $ 5 millones por el centro comercial. Precisamente, el 12 de septiembre se informa que Paz ha remitido al Concejo Deliberante un proyecto de venta directa del establecimiento a los puesteros por el monto mencionado, que coincidía con la tasación de mercado realizada por los responsables de la Municipalidad. Pero más de un año después, en la edición del 11 de noviembre de 1998, este diario anticipa que “Los concejales no apoyaría la venta en forma directa del Mercado del Norte”. Lo que efectivamente ocurrirá es que los ediles optarán por “la prórroga de la concesión” a los puesteros.
Justamente, los concesionarios de los locales cuestionaron la decisión de los concejales. Aunque advirtieron que Paz ya no los recibía, pese a los reiterados pedidos de audiencia.
2000: la violencia y el shopping que no fue
En la historia del Mercado del Norte, la primera década de 2000 está signada por el conflicto. Fundamentalmente, en la segunda mitad de ese decenio.
El inicio del tercer milenio mantiene la inercia de los años anteriores. Por caso, en 2002, las dos grandes noticias sobre el centro comercial enclavado en el microcentro son, otra vez, los proyectos de privatización y las deudas de los puesteros.
“Un paso más para concretar el shopping en el Mercado del Norte”, es el título de una crónica de LA GACETA del 11 de enero de 2002. Consigna que “ya hay una empresa interesada en la futura licitación, que ofrece invertir $ 9 millones”. Agrega que “los puestos se oponen, pero deben más de $ 4,5 millones”.
El 7 de noviembre de ese año, el diario detalla que “El 90% de los puesteros del Mercado del Norte no paga el alquiler desde hace años”. Puntualiza, además, que “en 1991 se bajó el canon a cambio de modernizar el edificio. Como el pacto no se cumlió, se volvió a subir la cuota, pero los concesionarios dejaron de pagar”. Un informe del 31 de enero de 2003 detalla que de los 120 puesteros, sólo 40 accedieron a pagar la deuda con la Municipalidad. Los restantes se negaron a firmar un acuerdo.
Para finales de la década, la situación ya es de conflicto y violencia. “Puesteros del Mercado del Norte impidieron un desalojo”, informa la edición del 14 de octubre de 2008. La intendencia había ordenado desocupar 10 locales que se encontraban en situación irregular.
Al año siguiente, la Municipalidad insistó con desalojar los locales que tenían concesiones vencidas. “La marcha de los puesteros del Mercado del Norte derivó en violentos incidentes en la plaza”, tituló LA GACETA el 31 de enero de 2009.
Ese año se clausuró la idea de un centro de compras. “El Mercado del Norte no podrá convertirse en una galería comercial”, anunció el diario el 30 de mayo. “La Comisión de Patrimonio de la provincia dictaminó que el edificio debe seguir cumpliendo su función actual”.